"Obligar"
Creo que son dignas de análisis dos de las propuestas que se plantearon en el “Día Internacional del Donante de Neuronas”.
Los autores: ¿Cómo no? Un tal Rafael y un tal Jaime.
Uno: “Podríamos OBLIGAR a la gente a quedarse a escuchar a todos los grupos en vez de salirse del Teatro cuando acaba el suyo”.
El otro: “Podríamos OBLIGAR al que gane el concurso a acudir a la cabalgata”.
A la primera propuesta ya la han bautizado las ingeniosas Divinas de Bambalinas como la Ley del Candado y la segunda está pendiente de bautismo hasta que alguno de los grupos foráneos que acuden a nuestro concurso le ponga nombre.
Pero… ¿De verdad se ha creído este individuo que una agrupación de Córdoba, Cádiz o Málaga se plantearía siquiera venir al concurso con una imposición de este tipo?
Afortunadamente, me consta que la F.O.P.A.C., con buen criterio, ha archivado en la papelera ambas propuestas e incluso han tenido su cachondeito en “petit comité”.
Pero lo que más me llama la atención es que, en un momento en el que TODOS los implicados en esta Fiesta apostamos por la integración de los exiliados carnavaleros durante la época de la oprobiosa Federación (también llamada ignominiosa por los que no utilizan un lenguaje carnavalero), alguien venga a proponer imposiciones. Y lo que es más: ¿Con qué legitimación?
Lo más triste es que con la configuración actual del Carnaval de Huelva, estos dos individuos tienen un 3,5 por ciento de acciones de la mal llamada Fiesta del Pueblo porque, lamentablemente, a día de hoy solo es un Cortijo de Poltroneros.
¡Qué a gustito se está en la calle!
Los autores: ¿Cómo no? Un tal Rafael y un tal Jaime.
Uno: “Podríamos OBLIGAR a la gente a quedarse a escuchar a todos los grupos en vez de salirse del Teatro cuando acaba el suyo”.
El otro: “Podríamos OBLIGAR al que gane el concurso a acudir a la cabalgata”.
A la primera propuesta ya la han bautizado las ingeniosas Divinas de Bambalinas como la Ley del Candado y la segunda está pendiente de bautismo hasta que alguno de los grupos foráneos que acuden a nuestro concurso le ponga nombre.
Pero… ¿De verdad se ha creído este individuo que una agrupación de Córdoba, Cádiz o Málaga se plantearía siquiera venir al concurso con una imposición de este tipo?
Afortunadamente, me consta que la F.O.P.A.C., con buen criterio, ha archivado en la papelera ambas propuestas e incluso han tenido su cachondeito en “petit comité”.
Pero lo que más me llama la atención es que, en un momento en el que TODOS los implicados en esta Fiesta apostamos por la integración de los exiliados carnavaleros durante la época de la oprobiosa Federación (también llamada ignominiosa por los que no utilizan un lenguaje carnavalero), alguien venga a proponer imposiciones. Y lo que es más: ¿Con qué legitimación?
Lo más triste es que con la configuración actual del Carnaval de Huelva, estos dos individuos tienen un 3,5 por ciento de acciones de la mal llamada Fiesta del Pueblo porque, lamentablemente, a día de hoy solo es un Cortijo de Poltroneros.
¡Qué a gustito se está en la calle!
Comentarios
Sabrá de mi
De toas formas eso dobligá no junta mucho con er Cannavá (ni con otras muchas cosas...).
Cayetano Botello Hdez.
Creo que las propuestas deben de ser más serias. Creo que el Carnaval colombino va a resurgir no por un concurso, sino por la voluntad de los carnavaleros onubenses que no necesitan que nadie les obligue a hacer nada.