Catorce
Un proyecto, nacen las ilusiones.
Dos por medio y me vuelvo majareta.
Tres premios, quizás tres negaciones.
Cuatro versos, que son una cuarteta.
Cinco jueces a la postre juzgados.
Seis cuerdas que alivian mi pobreza.
Siete días a la semana ensimismado.
Ocho notas bailando en mi cabeza.
Nueve pitos (el que habla no lo toca)
Diez en punto, calientan ya las voces.
Once meses para ir de boca en boca.
Doce uvas, y yo… pensando en coplas.
¿Trece? ¡No! Pasemos a catorce.
¿El Soneto? ¡Qué va! La Chirigota.
Dos por medio y me vuelvo majareta.
Tres premios, quizás tres negaciones.
Cuatro versos, que son una cuarteta.
Cinco jueces a la postre juzgados.
Seis cuerdas que alivian mi pobreza.
Siete días a la semana ensimismado.
Ocho notas bailando en mi cabeza.
Nueve pitos (el que habla no lo toca)
Diez en punto, calientan ya las voces.
Once meses para ir de boca en boca.
Doce uvas, y yo… pensando en coplas.
¿Trece? ¡No! Pasemos a catorce.
¿El Soneto? ¡Qué va! La Chirigota.
Comentarios
Para este mero espectador, Don Antonio, es como un gran espacio en blanco, donde cada año, pinceladas de rabia e incomprensión surgen de su pluma, con esa esencia transgresora que le caracteriza. Sus vivencias, retoñan con una espontaneidad digna de cualquier trovador. Cada letra, mimada y mecida en su mente, se origina fruto de su ser. Hecho así mismo, El poeta de la copla marinera, cada año vuelve a renacer de entre sus versos, para velar por la fiesta, con el mayor entusiasmo y con la esencia de siempre, pero con una piel nueva.
Mi amigo Antonio Cabeza; “Glorioso, hasta en la adversidad”.
Palabras cálidas para un Febrero un poco más frio de lo habitual.
Gracias!!!