GRACIAS, DIRK
Gracias Dirk, por hacerme creer en el deporte, porque tu corazón vale más que todo el músculo de Los Lebrones, por no perder nunca la cara, por ganar el segundo partido en Miami de esta forma e igualar la eliminatoria, creo que me he contracturado la espalda por culpa de los últimos dos minutos. Me da igual. Beberé y brindaré hoy por ti. Si tuviera unos cuantos años menos.... tendría un póster tuyo en mi habitación. Gracias.
Comentarios
Pd: Que nadie salte ahora diciendo que a lo mío no se le podía llamar "jugar a baloncesto".
Quiero su camiseta sudada!!!!!!!!!!!!!
A qué hora nos vamos???
P’os nada, tranquilos, que ya me he dao cuenta de que no nos hemos io, snif!!!
Grande Daimiel.