Los fumadores (y los pasivos)

Si nuestra necesidad de entrar a un bar es mayor o igual que la de fumar, creo que ya son dos los problemas que tenemos:

1) Adicción al tabaco.
2) Adicción a los bares.

Hay muchos más sitios en los que cualquiera se puede reunir con sus amistades para charlar y fumar un cigarro.

Nuestro intolerante Gobierno ha tenido a bien prohibirnos simultanear ambas adicciones, aunque hace la vista gorda en la aplicación de la Ley anti-botellón.

Yo me quedo en casa y en espacios abiertos para fumar. Entiendo el derecho de los fumadores pasivos a no soportar el humo de mi tabaco, porque yo también tengo que soportar, sin ser estúpido, las estupideces de nuestro Gobierno, y eso jode mucho. ¿Soy estúpido pasivo? Puede ser.

¡Qué bien se nos da en España esto de la pasividad!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Escribes este artículo casualmente, además de mi onomástica (45 tacos), el segundo aniversario de la muerte de Josechu. Murió por cáncer de pulmón, invadido hasta la cabeza, lo recuerdo todos los días, me dijo en el Hospital que se arrepentía de fumar por el terrible daño que le estaba haciendo a los que tanto le quisimos (deja además dos niñas pequeñas). Putos cigarros y puta nicotina. Sólo rezo para que mi parienta deje este año de fumar, me lo ha prometido. No quiero que también se muera.

Entradas populares